jueves, 2 de mayo de 2013

¿Mal Aliento? Ya No Más...




¿Mal aliento? Ya no más
Ida Álvarez evitaba las conversaciones de cerca. Temía que alguien le dijera algo: estaba segura de que tenía mal aliento.

“Es una situación muy vergonzosa“, confesó Álvarez, de 31 años, residente de Los Ángeles, a CNN. “Siempre había un sabor amargo en mi boca, pero no quería preguntarle a nadie si tenía mal aliento porque tenía miedo de que me dieran una respuesta negativa”.

Su enfoque de mantener la distancia puede ser una buena estrategia, dado que la mayoría de la gente reacciona de forma natural al mal aliento, conocido médicamente como halitosis. Puede marchitar tu vida amorosa, e incluso costarte un trabajo nuevo, según algunos sondeos.

Pero los 90 millones de estadounidenses que sufren de mal aliento (y los transeúntes inocentes) estarán felices al saber que el indeseable olor podría desaparecer más fácilmente de lo que crees.

¿Tienes mal aliento?

Lo primero que debes hacer es determinar si tu aliento es fresco o repugnante. La mayoría de la gente con mal aliento ni siquiera sabe que lo tiene, porque el cerebro se acostumbra a la esencia natural de uno mismo. La buena noticia es que siempre hay formas para auto-diagnosticarte.

Comienza revisando tu lengua. ¿De qué color es? Una lengua rosa y brillante es señal de un aliento fresco, pero una lengua blanca y escamosa puede indicar mal aliento, según el Dr. Harold Katz, bacteriólogo y fundador de la clínica California Breath Clinic.

Oler tu aliento con las dos manos entrecerradas no es la mejor forma de buscar halitosis, dice Katz. Lo que debes hacer es lamer la parte superior de tu mano y dejar que se seque unos segundos. Después, huele la superficie.

Alvarez tenía miedo de que su aliento fuera malo, por lo que evitaba besar a su pareja. “Me cepillaba los dientes pero aún tenía miedo de que pensara que era un asco”.

Es importante recordar que el mal aliento no suele ser una señal de mala higiene dental. “Normalmente no tiene nada que ver con los dientes”, dice Katz. “Puedes tener buenos dientes, dientes podridos o ni un solo diente y tener mal aliento. El problema está en la lengua”.

Piensa en tu lengua como una alfombra peluda y en tu boca como un laboratorio químico andante. En una boca promedio hay más de 600 tipos de bacterias. Muchas de ella quedan atrapadas bajo la superficie de la lengua y causan mal aliento.

¿Cómo combatirlo?

Luchar contra las bacterias olorosas es como prepararte para la guerra. Debes mantenerte hidratado. Una boca seca es terreno fértil para bacterias de mal olor en tu lengua.

“La saliva tiene oxígeno, lo que la convierte en un enemigo natural de bacterias de mal olor”, dice Katz. “No pueden vivir en presencia de oxígeno, así que beber agua y mascar chicle sin azúcar puede producir saliva y ayudar a deshacerte de forma natural del mal aliento”.

Comerte una menta sin azúcar y usar enjuague bucal no son malas ideas, pero son sólo soluciones temporales. Enmascaran el olor pero no matan a las bacterias que causan el olor.

Fijarte en lo que comes no sólo aplica para tu figura. Algunos alimentos pueden desencadenar el mal olor.

Si temes que eso ocurra, limita el consumo de alimentos como ajo, cebolla, curry y pescado. Las bebidas ácidas como la cerveza, el vino, el café y el refresco también lo pueden desencadenar, pues contienen compuestos de olor fétido que se absorben dentro de tu torrente sanguíneo. El olor se produce en tu aliento hasta que toda la comida sale de tu organismo. Limita los dulces y el chocolate, pues el azúcar ayuda a que se reproduzcan las bacterias en tu boca, ocasionando mal aliento.

Por otro lado, hay alimentos que arreglan el mal aliento, dice Katz.

El té verde tiene propiedades antibacterianas que combaten el mal olor. La canela contiene aceites esenciales que matan muchos tipos de bacterias orales. Intenta agregar algo de canela fresca a tu pan tostado de la mañana o a tu avena, o coloca una varita de canela para darle sabor a tu té.

Comer frutas y verduras crujientes, como apio o manzanas, ofrece beneficios para combatir el mal aliento. Masticar estos alimentos produce más saliva en tu boca, y la textura firme también ayuda a limpiar las bacterias, según Katz. Los melones y las zarzamoras también son de ayuda.

“Yo recomiendo a mis pacientes que coman frambuesas, melones, naranjas y otros alimentos altos en vitamina C, porque ayudan a matar bacterias olorosas de forma natural”, dice Katz.

Si modificas tu estilo de vida y tus hábitos alimenticios y el mal olor persiste, contacta a tu médico para asegurarte de que no sea una señal de una condición médica más seria. El 10% de los casos de mal aliento son un síntoma de sinusitis crónica o de una infección respiratoria, de reflujo, de desórdenes de hígado y riñón, de cáncer o de diabetes. Estas enfermedades pueden liberar químicos en el cuerpo que dan como resultado un mal aliento.

¿Cómo decirle a alguien que tiene mal aliento?

No olvides que la mayoría de la gente no puede oler su propio aliento. Si detectas mal aliento en la boca de algún amigo, deberías decírselo.

Es seguro que decirle a un colega, pareja o amigo que tiene mal aliento puede ser incómodo para todos. Pero si tú fueras el que tiene mal aliento, ¿no querrías saberlo?

“Mi mamá fue quien finalmente me dijo que tenía mal aliento. Ella no pudo callarlo”, dijo Alvarez. “En un principio me dio pena, pero estaba feliz de que dijera algo, porque ahora cuido lo que como, tomo más agua y uso productos para deshacerme del mal aliento”.

Patricia Napier-Fitzpatrick, fundadora de la Escuela de Etiqueta de Nueva York, reconoce lo delicado del asunto, pero dice que decir algo muestra buenos modales. “Si la gente habla de ellos a sus espaldas, se vuelve una situación peor. Si respetas a la persona, es tu obligación decirlo”:

Existen dos enfoques posibles, según Fitzpatrick. Siéntate con tu amigo en un ambiente privado y sé directo. Comienza la conversación diciendo que hay algo que estás seguro que quiere saber y que no sabes si está al tanto de la situación.

Si conoces a la persona y sabes que es sensible, quizás debas ser más cuidadoso con tu enfoque. Inicia la conversación de forma delicada; lleva contigo unas mentas, toma una y ofrécele una. Si tu amigo no la acepta, Fitzpatrick dice que es aceptable simplemente decir: “Creo que deberías aceptarla”.

Las primeras impresiones, personales y profesionales, son duraderas. No dejes que el mal aliento y cuidado bucal dañe tu salud e imagen. En la mayoría de los casos, tomar pasos simples para controlar el laboratorio químico dentro de tu boca hará que mantengas un aliento fresco.

Fuente: CNNMexico

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